El Día Mundial del Árbol fue instaurado por el Congreso Forestal Mundial celebrado en Roma en 1969 y es ocasión propicia para recordar su importancia. Los árboles están junto al ser humano desde el principio de nuestra historia, por lo que sus beneficios son conocidos y aprovechados desde hace miles de años, aunque quizas por ello, a veces casi olvidados también.
Los árboles resultan absolutamente esenciales para la vida de nuestro planeta: purifican el ambiente al oxigenar el aire, proporcionan sombra, mejoran sectores erosionados, humedecen el ambiente, reducen el ruido, son capaces de temperar el lugar donde se encuentran, ya que provocan sensación de frescura y humedad, incluso deteniendo las heladas con su follaje; producen alimentos y múltiples recursos, además de ser el hogar de muchos pájaros.
Las pesonas estan ligadas a la naturaleza, y aunque no lo hagan consciente, tienen un significado en nuestra vida. Las montañas, los ríos y las nubes antes eran contemplados como algo maravilloso y con vida. Dentro de este concepto, el árbol tenía un sentido sagrado para muchas de las civilizaciones antiguas: representaba una vida inagotable, los bosques eran inmortales al perpetuarse a través de los siglos, al ser fuente inagotable de recursos para la humanidad.El Canelo era crucial para los mapuches, la Ceiba para los mayas o la encina entre los celtas, y el Samán para los Caracas demuestran la relación de respeto que tenía el hombre con su medio ambiente. Para ellos, el árbol sagrado es el eje de su mundo, un puente de trascendencia entre el mundo terrenal y espiritual.
Hoy, muchos han perdido su capacidad de encantarse, al resolver todo por medio de la razón, ha pretendido ser medida de todas las cosas cuando sólo es parte de un ecosistema mayor, ha olvidado mirar su alrededor y sorprenderse por el renacer de las flores en primavera, por el canto de las aves, por el baile sutil de las hojas en otoño.Pilar fundamental de este reencantamiento del mundo es educar a las nuevas generaciones con principios integrales que valoren la importancia de los bosques más allá de las variables económicas.
Algunos países del mundo instituyeron el Día del Árbol hace más de un siglo, cuando sus ciudadanos/as comenzaron a tomar conciencia de la importancia de los recursos forestales para el desarrollo de la humanidad y de su hábitat. Suecia fue el primer país en instituir un Día del árbol en 1840, años mas tarde, hubo migraciones suecas hacia Estados Unidos, y estas llevaron consigo esa arraigada herencia cultural, y la difundieron con tal fuerza, que en 1872 los estadounidenses lo instituyeron.
Complejos ecosistemas
Un solo árbol es un complejo ecosistema que mantiene a numerosas especies de invertebrados (insectos, arácnidos, miriápodos), así como vertebrados (aves, reptiles y mamíferos), que encuentran en él su alimento, por medio de las hojas, yemas, brotes o frutos, y refugio.
Sobre su corteza crecen hongos, líquenes y plantas parásitas (que se nutren de su savia) y epifitas (crecen sobre ellos, pero no les hacen daño), como las lianas, que los utilizan como punto de apoyo para acceder a las alturas donde abunda la luz.
Entre las raíces abundan las larvas de los insectos, gusanos que viven en el subsuelo, los ácaros y los roedores.
En las regiones frías, las coníferas mantienen a roedores y aves. En las sabanas de África son fundamentales en la dieta de los herbívoros ramoneadores (que son aquellos que se alimentan de las hojas y de los brotes de las ramas). En las selvas contribuyen a formar un ambiente húmedo donde se multiplican plantas y animales. En las zonas templadas, el árbol es una de las mayores fuentes de riqueza, en el ámbito de la explotación forestal.
Valor económico
Para el hombre, el árbol tiene un importante valor económico, ya que de él obtiene distintos materiales comercializables. La madera se utiliza como tablas para la construcción; su pulpa permite la confección de una gran diversidad de papeles; además proporciona el corcho, las resinas y el látex -líquido segregado por algunos árboles, como el del caucho-, las gomas, los barnices, el tanino y la cola.
A todo lo anterior, hay que sumar la importancia de los árboles frutales, cuyo cultivo se inició la primera vez que se plantaron semillas deliberadamente. Desde entonces, se han mejorado las calidades y creado nuevas variedades. Por ejemplo, de la manzana, que en su forma silvestre es pequeña y amarga, el hombre ha creado más de mil variedades, mucho más grandes y dulces.
Fuentes:
http://www.ecoportal.net/content/view/full/86972 http://meditacionesenelmarrojo.blogspot.com/2010/06/28-de-juniodia-mundial-del-arbol.html
http://www.derechos.org.ve/efemerides/arbol.htm