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sábado, 22 de abril de 2017

La Tierra un Sistema Vivo por José Luis Rodríguez

 
DÍA MUNDIAL DE LA TIERRA 22.4.17

La Tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la Tierra. 
Todo va enlazado, como la sangre que une a una familia. Seattle 1854.

En celebración de esta central efeméride ambiental, publicamos un artículo que nos hizo llegar el Ingeniero Hidraúlico, Profesor de la UCV_CENAMB, José Luis Rodríguez, sobre la importancia de nuestro planeta y de los diversos susbistemas que lo componen, vinculándolo a imágenes claves, que nos ayudan a descubrir, ver, entender, la perspectiva ecológica a profundizar para el cuido de la vida en esta hermosa morada.

La Tierra forma parte del sistema solar que a la vez está integrado a  la Vía Láctea; la cual es un componente más del Universo. Esa estructura cósmica hace que la Tierra mantenga interacciones con su contexto a través de diversos tipos de energías: la solar incidente y reflejada, la infrarroja, las de los campos electromagnéticos y gravitatorios. Además, los flujos de materia como el polvo cósmico,  meteoritos y artefactos espaciales.

Por otro lado,  esos sistemas están en perpetuo movimiento; así por ejemplo, el Universo sigue en permanente expansión y contracción,  la Vía Láctea se mueve a 270 Km/s, el sistema solar a 274 Km/s, la Tierra consta de  movimientos relativos al sol (traslación (30 Km/s), rotación (620 Km/hora),  precesión y otros). 


La Tierra ha venido transformándose desde hace 4,5 millardos de años, a partir de las  relaciones de elementos abióticos en la Era Precámbrica, e interacciones  abióticas y bióticas en varias Eras: Paleozoica,  Mesozoica, Cenozoica. En esta última Era,  hemos evolucionado en el período Cuaternario durante las Épocas Pleistoceno y Holoceno. En aquel período se está incluyendo otra Época que se llama el Antropoceno,  debido  a los cambios acelerados que viene experimentando la Tierra ocasionados por las inmensas intervenciones humanas  principalmente a partir del siglo XX. Lo anterior, se debe al  aumento exponencial de la población que va exigiendo grandes demandas de elementos naturales para satisfacer sus adicciones y codicias. Para tal efecto, se están usando tecnologías sofisticadas que permiten realizar grandes cambios a una velocidad superior a la de los fenómenos naturales  de la Tierra para reponerse o restaurarse. Esas alteraciones se han tornado  muy impactantes para la dinámica de la Tierra que pone en peligro la sobrevivencia de la Vida porque ha causado daños a los procesos evolutivos, extinción masiva de seres vivos, proliferación de plagas, contaminación de aire, agua suelos, enfermedades y otros. Hay que reflexionar sobre la Tierra, que ha venido evolucionando sin nosotros y de la misma manera seguirá sin nosotros como ha ocurrido con otras especies.


La Tierra como un sistema complejo está integrado por tres  subsistemas interrelacionados que a la vez están formado por otros, que se mencionan en el orden de la ocurrencia de las Eras Geológicas; ellos son: 1. la geosfera constituido por la endosfera, mesosfera, astenosfera. 2. la ecosfera formado por atmósfera (aire), hidrosfera (agua), litosfera (roca), biosfera (seres vivos) y pedosfera (suelo)  . 3. la antroposfera que incluye la noosfera, la sociosfera y la tecnosfera. Es decir, que la Tierra como un todo afecta a sus componentes y viceversa.

La noosfera es el mundo mental integrado por pensamientos de: deseos, valores, normas, creencias, intereses, preferencias, ideologías, culturales, etc que inducen a las actitudes personales que provocan  acciones que inciden en la sociosfera conformada por  organizaciones: instituciones públicas y privadas, comunidades, familias, grupos;  todas ellas con estructuras vinculadas a relaciones de poder. Ambos componentes van a crear la tecnosfera que está constituida por todo el medio construido generados por las diversas actividades humanas con el uso de las tecnologías e instrumentos de planificación.


Así que la tecnosfera determina las alteraciones  físicas que se dan en la ecosfera, puesto que las actividades humanas se realizan principalmente en la atmósfera y en la corteza terrestre afectando la litosfera, la biosfera, la pedosfera  y la hidrosfera, a la vez ella se influencian mutuamente y todas a la vez se revierten sobre la antroposfera. Lo anterior reafirma la frase de Seattle (1854) : “El hombre no teje el destino de la vida. El hombre es sólo una hebra de ese tejido. Lo que haga en el tejido se lo hace a sí mismo”. 

Las relaciones en la ecosfera, están dinamizadas principalmente por las citadas fuerzas energéticas externas a la Tierra. También, por la gravitación terrestre, la geotérmica, sismo,  vulcanismo, movimientos de agua y aire; ciclos de la materia y otras. A ello se añade lo provocado por nuestras actividades, en cuanto a los desplazamientos de materiales y artefactos, y por la generación y aprovechamiento de energías. 


Las  grandes repercusiones ambientales en la Tierra son las provocadas por las guerras,  que no sólo acaban con la naturaleza sino también con lo creado por el humano. Además,  las actividades extractivas de hidrocarburos y minerales que se hacen a campo abierto, y a grandes profundidades en la corteza terrestre, ocasionan la  eliminación de ecosistemas por las inmensas deforestaciones y  contaminación de aire, agua,  suelos. Ejemplos de ello, en Venezuela, las que se llevan a cabo en las cuencas del Lago de Maracaibo y la del Orinoco.


Tenemos que cambiar nuestra noosfera que nos permita realizar acciones en armonía con los fenómenos de la Tierra, porque de lo contrario ella utilizará sus mecanismos reguladores a través de la magnificación de sus fenómenos como inundaciones pluviales, fluviales y marítimas, huracanes, terremotos, deslaves, avalanchas, plagas y otras, lo antes descritos pudiera ocasionar la desaparición de la especie humana y empezar otra Era, Período o Época que no se puede predecir por la complejidad de las relaciones antes mencionadas. Al respecto,  hace 500 años A.C , Buda predicaba con sus cuatro nobles verdades que el sufrimiento humano está en el deseo, y la extirpación de él es necesario para lograr  la Recta Acción, lo que se considera como indispensable para vivir en armonía con la Madre Tierra para la sobrevivencia de la especie humana por un periodo más prolongado.  En ese sentido, se destaca que lo único eterno es el cambio, además se vive en una trama en que todo está relacionado con todo, de modo que cualquier tipo de acción que se realice sus efectos se revierten en el mismo sentido (positivo o negativo) sobre el que produjo la acción. Por ese motivo, debería tomarse en cuenta lo expresado por Buda: Cuida el exterior tanto como el interior, porque todo es Uno.


De allí el imperativo de cada uno de nosotros hacia una posición austera en el consumo, respeto y cuido a la Madre Tierra,   para eso tiene que existir un cambio interior en cada uno de nosotros para transformar nuestra noosfera, a fin de  actuar en armonía con los componentes de la ecosfera que conlleve al equilibrio ecológico. Así que es urgente una educación que estimule valores de responsabilidad y solidaridad para el buen vivir en  la Tierra.               

¡Juntemos esfuerzos, buenos pensamientos y hábitos para cuidar la Madre Tierra!

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