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jueves, 23 de diciembre de 2021

¡FELIZ NAVIDAD 2021!

En víspera de esta Navidad 2021, y con los contrastes que vemos en Caracas, y en Venezuela, entre extensos adornos de luces en el Paseo de Los Próceres, Los Ilustres y la Nacionalidad, Plaza Venezuela y las fallas eléctricas...; el incremento de algo de consumo en comida y reuniones por las fiestas con leve o ninguna mejora formal del salario mínimo legal, y la pérdida, el fuerte deterioro de derechos laborales, y sin dudas, el notar que entre la gente se está tratando de hacer una vida normal, aunque sobrellevando muchas dificultades, y que ya se anuncia una nueva variante del COVID-19, el Omicron que en estas tensiones se experimenta nuestra realidad.

En cada casa, sin embargo, muchos limpiamos, adornamos la mesa, se hacen chistes hasta con las mascotas; invitamos a algún vecino a compartir lo que se haga en casa, una hallaca, una torta, un pancito, bollo o alguna hallaca... Y nos disponemos una vez más, a saludar en vivo o por teléfono a algún familiar que está lejos y deseando que dónde esté también disfrute de este Espíritu de Navidad, a pesar dificultades, al llevar la buena energía con entereza.

Nos alegramos con lo sencillo, a nuestro alcance, y compartimos algo con otro hogar, con otra familia, amistades y conocidos. Sacar una ropa vieja, ponerle adornos a la casa, renovar con algo nuevo, que ojalá implique una organización profunda, y el que puede, reparar, arreglar o pintar lo opaco, lo haga y realce. Adquirir algo nuevo, intercambiar con otro, mas allá si hay efectivo en dinero o no, dar valor a lo realizado.


Participar de alguna de las misas que anuncian la importancia del Nacimiento del Niño Jesús, un Dios de Amor, verdad, entrega y perdón, a diferencia de muchos otros casi ogros terribles. En contraste, Jesús es concebido en mágicas circunstancias, por una Mujer Amorosa y un Hombre Noble, y aunque como muchos de nosotros, vive una vida de altibajos, resaltan en ella, las buenas obras, ya que conocemos que entregó su vida al servicio de otros, fue carpintero, profeta, maestro y sanador, tuvo amigos y decepciones, mas vivió. Y aunque al final de su vida sería crucificado y tratado como un vulgar ladrón o cruel asesino, siendo inocente, como tantos otros que son usados y abusados por el poder político a lo largo de la historia, hecho que se repite y que entendemos a duras penas, nos regocijamos de su mensaje de valor en el presente y a futuro.


En torno a su figura, y nombre como Jesucristo o Cristo, se da congregación evangélica, cristiana y católica para celebrar este maravilloso acontecimiento, que nos llama y une en familia, con o sin máscara, en la fe que la salud es una recompensa del Espíritu de la Vida para el crecimiento y el desarrollo casa día.



Y es este encuentro necesario con los otros, en comunidad, con los vecinos, conocidos o por conocer, lo más resaltado como personas de fe, cuando en cada salón o al aire libre, recordamos que la humanidad está vinculada por valores que van más allá de un hombre o de un mujer, en solitario, sino que es la reunión y el reconocimiento de todos en respeto, verdad, alegría, confianza, fraternidad y responsabilidad, lo que da sentido a nuestros actos, y que ello es diferente al miedo, al encierro, la burla, el cinismo, la indiferencia, la inercia o la apatía.



Y que buena parte de nuestras tradiciones, es encarar cada dificultad desde la acción, la labor, la combinación de esfuerzos y recursos, cuidando de la salud, el comer bien y suficiente, acceder al agua, bañarnos, vestir limpio y adecuado, y hasta perfumarnos para compartir en perfecto estado con los otros, de ser posible, sentados a la mesa o en las actividades de la vida, el trabajo, la recreación, el estudio, los momentos duros y el disfrute. Y aunque vivir implica realizar actos mas allá del comer y sobrevivir, sin duda, tienen que estar cubiertos los niveles básicos de atención de necesidades, seguridad, y formación para lograr una civilización mas estable, y permanente en el tiempo, y de menos vulnerabilidad.



Que Dios permita que cada quien en casa o en la calle, pueda tener una Buena Navidad 2021. Y con cada Aguinaldo, presente o acto de buena voluntad, llegué a sentir el Amor que Dios nos da a cada niño o niña, de quien llega al Mundo como un regalo divino, que hay que saber cuidar... A todos ¡Feliz Navidad¡...y Dios quiera, junto a nuestros esfuerzos, nos permita un próspero año 2022!