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sábado, 27 de diciembre de 2008

Reciclar...


Reciclar, consiste en recolectar diversos materiales por sus características comunes para volverlos a usar, recuperando energía, y esfuerzos par que no se vuelvan agentes o factores contaminantes al ambiente.
La recolección o compilación, es sólo el principio del proceso de reciclaje, ya que luego se realizan las actividades propias para cada material como reclasificar, limpiar, deformarlo, compactar, fundir, dar forma, redistribuir y nuevamente usar cada material, según cada reciclaje.
Llamamos reciclaje al proceso de recolectar, reusar y reducir el volumen de los residuos sólidos. Este proceso consiste en recuperar envases, artefactos o materiales de vidrio, metal, plástico, papel y cartón, madera, corcho y restos orgánicos para darle nuevamente un uso importante y grato para nuestra vida.
De este modo, se pueden salvar grandes cantidades de recursos naturales no renovables como petróleo, plásticos y renovables, cuando en los procesos de producción, se utilizan materias o insumos, ya procesados por lo que pueden ser más fácilmente reciclados o reutilizados.
Una de sus ventajas, es que permite que en gran parte recursos renovables, como los árboles, pueden ser salvados, sin talar, quemar o dañar otros ecosistemas.
Por otra parte, la utilización de productos reciclados disminuye el consumo de energía. De este modo, cuando se consuman menos combustibles fósiles, se generará menos CO2 y por lo tanto habrá menos lluvia ácida y se reducirá el efecto invernadero o el llamado también Calentamiento Global, que tiene efectos en la iluminación del planeta, en la calidad del aire, en cambios menos bruscos de las temperaturas en varios sitios del planeta y de menos cambios físicos y en la distribución del nivel de las aguas marinas que hoy se evidencian.
En el aspecto financiero, el reciclaje reduce costos a los productores de bienes y servicios y puede generar muchos empleos. En este sentido, se necesita una formación ciudadana integral y una gran fuerza laboral para recolectar los materiales aptos para el reciclaje y para su clasificación. Un buen proceso de reciclaje es capaz de generar ingresos o disminuir costos dependiendo del grado de participación de las personas en una correcta gestión ambiental de su comunidad.
De acuerdo con las estadísticas que maneja la ONG VITALIS en Venezuela, “se recicla alrededor del 95% del aluminio, 90% de hierro, 25% de vidrio, 1% de materia orgánica, 20% de papel y cartón, y alrededor del 2% en plásticos. Sin embargo, en función del volumen total de residuos, menos de la quinta parte pudieran estar recibiendo un tratamiento final apropiado”.
No obstante, se calcula que la capacidad para reciclar en el país, pudiera “duplicarse o triplicarse en el caso del papel, los plásticos y el vidrio, en tanto que el aprovechamiento de los residuos orgánicos pudiera incrementarse hasta un 1000%. Tomando en cuenta que alrededor del 80% de los residuos domésticos e industriales pudieran ser reciclados, no sólo resolveríamos el primer problema ambiental del país que es la basura, sino hasta pudiéramos generar alrededor de 250 mil empleos directos y más de 1 millón indirectos en un año”.
Cada 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje “oportunidad que es festejada en Venezuela sin un plan nacional que articule todos los esfuerzos públicos y privados para resolver muchos de los problemas creados por la inadecuada generación y tratamiento de la basura, que contemple suficientes incentivos para hacer esta actividad atractiva y rentable” (VITALIS) sin embargo, muchas acciones dependen de nuestra acción responsable como hombres y mujeres de esta patria, con amor a este planeta, seamos vecinos y ciudadanos comprometidos con el futuro, por lo que podemos:

  • Disminuir la cantidad de basura que se genera en casa, no comprando tantos artículos de plástico, clasificando los residuos en origen, en orgánicos e inorgánicos y aquellos residuos orgánicos que almacene, le pueden servir para abonar sus plantas o para hacer una composta colectiva para hacer fertilizantes.
  • Reutilice lo más posible los envases y demás recipientes en el hogar, el colegio o el trabajo.
  • Compile y venda o ceda en forma correcta sus residuos sólidos. Diversas empresas compran vidrio, papel, cartón, plásticos y hasta radiografías médicas a partir de los 50Kg o si no quiere realizar esta labor, entre en contacto con cooperativas o las ONG de ambiente de tal modo pasen por su casa o edificio y puedan darle buen uso a estos desechos.
  • Infórmese de los horarios de recolección de basura en su calle o avenida, téngalos en la cartelera de su residencia. En caso de no cumplirse, notifíquelo a la Junta de la Urbanización, al Condominio o Consejo Comunal o comuníquese directamente con la empresa recolectora y formalice su reclamo.
  • Disponga de los residuos ya clasificados en bolsas plásticas (preferiblemente reciclables) herméticamente cerradas o en los contenedores identificados. Así evitará la proliferación de insectos, perros y roedores que afectan su salud.
  • Evalúe la gestión de su alcalde, de las cooperativas de limpieza o aseo y de las empresas contratadas. En la práctica, el (o ella) como la máxima autoridad ambiental de su municipio e instituciones son los principales responsables si se presentan problemas con el manejo de basura de su localidad, y en la medida que los vecinos (as) han colaborado.